Mi lengua sagaz, inquieta
busca incurrir en tu mente,
para desgarrar barreras,
para liberar deleites,
para liberar deleites,
para que tu cuerpo ardiente se entregue pleno
al deseo eterno, de mis ojos,
de mis manos, de mi sexo.
De mi locura oscura, de ternura pura,
de fantasmas buenos,
es que mis palabras te hablan
en celo, en altura,
en caídas plenas sobre tu figura,
en caídas plenas sobre tu figura,
en arremetidas leves, constantes, ciegas,
entre tus senos, preso en tu vientre
embriagado cierto de tus placeres.
Paulgasé