El fresco de tu
amanecer,
Y esa brisa tuya que
me abraza
Ciudad con mar.
Has recogido mi
lamento
Entre corazones,
cientos,
Todos ellos por tu
beso revividos.
Duro precio para el
alma
El cambio, el
desarraigo y el regreso,
El nuevo rumbo de mi
norte.
Más la arena en tu
ribera
En treguas me fiará
el donde
Sus secretos, mi
deseo, mi pasión.
Entre goces y
derrotas
Serás refugio y cañón
Roca en que mis pies
asienten.
Gritaré, lloraré,
cantaré,
Seré cobarde y
valiente
Ventana de mi próximo
futuro.
Si mi música de
armonías plena
En tu cielo azul
repica
Y el canon de tu
oído me ampara,
Seré esencia nueva y
rica,
Para saciar grises almas
Atestadas de
oníricas certezas.
Paulgasé