La frente el
viento me besa
Vadeando al
tiempo perdido
Estoy
despierto, respiro
Y no hay
llanto de vergüenza.
No percibo
las ausencias
Ni pretendo
llenar huecos.
Simplemente
quedan flecos
De lazos muertos
y amores,
Y de
punzantes pasiones
Susurros de vagos
ecos.
No me consume
la prisa
Ni me detiene
el pasado.
Serpientes
pasan de lado
Los ahuyento
con la risa.
No ando
luciendo camisas
Ni me
sobornan las causas
A todo le
pongo pausa
Mal que le
pese al veedor
Y no cae mi cinturón
Ante la
indigna pasada.
A la mujer caprichosa
No le instalo
mi atención
Prefiero su
corazón
A las curvas
peligrosas.
Le voy a
ofrecer mil rosas
Con perfume
y con espinas.
Será musa de
mis rimas
La dueña de
mi deseo
Y no arderé
si su fuego
Se alimenta
de mentiras.
Llegando la
madrugada
Descansaré
siempre el juicio
Como me ha
sido propicio
Al comulgar
con la almohada.
O contaré por
majadas
Borregos
para dormir
Si hay algo
del el existir
Que me
reprima la tregua
Pues yo transito
la legua
De mi propio
porvenir.
Paulgase