domingo, 22 de marzo de 2015

descanso



Redime el hueso el pasado
Relegando los rencores
Sin pensar… en un instante.
De los yerros se ha librado
También de lucros, amores
Del pedregal por delante.
 
No lo envuelven los dolores
De la carne y de la mente,
No hay impiedades presentes.
Tampoco el río interior
Cargado  de cobardías
Ya lo recorre latente.
 
De los meollos  del seso
No declara la osamenta,
El sin sentido voló se.
No necesita de excesos
Ni de pasiones se alienta
Solo secretos esconde.
 
No se nutre del espanto
La risa lo ha abandonado
Y  paraísos… no anhela.
La greda es su cielo santo
Entre jardines pintados
De tréboles y de menta.
 
                    Paul Gase

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