Yo soy el que fui
y seré después de todo;
el que soy y
marca la tendencia de mis propios estímulos;
el ocaso de la
virtud reflejada en un vidrio sucio y calado;
la verdad mentirosa
normalizada en la nada y en todo, en ninguno y en cada uno;
el respeto de
lo puro desechado, de lo dulce agriado y fétido.
No clames por
mi alma o por mis hijas o mis cuentos.
Mi oda es tuya si la ves como la pienso y la sentís como la bebo.
Paul Gasê
No hay comentarios:
Publicar un comentario