Sin duda
quedó prendado de amor.
Cada lágrima
que destila
es un pedazo
del alma que se rompe
y es la
prueba irrefutable de que
habiendo pasado
el tiempo
la herida de
su abandono sigue abierta,
como una
puerta entreabierta esperando su regreso.
Y la arena
mentirosa de norte a sur viajando …
nunca cura,
nunca entiende, nunca piensa
que el verdadero
amor pueda seguir vivo
y a la vez
muriendo y jamás morir.
Aún mil
vidas reencarnadas pasen
y por
cientos de brazos
sus besos
hablen y sus versos canten,
siempre de
ese amor serán y solo así,
y siempre
así…aunque sangre, aunque duela,
aunque eternamente
muera sin poder morir,
le hará
falta.
Paul
Gase
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