Confieso
que he amado, que he odiado, que he transgredido límites. También me esforzado
y me he tirado al abandono, he redoblado la lucha y he muerto varias veces. Me he sentido un
superhéroe y otras he sido un fantasma, he actuado como payaso y me han tomado
como tal. Pero que mis apariencias no te engañen. Soy mucho más de lo que podes
ver y bastante menos de lo que algunos piensan o expresan.
Lo
cierto es que un día tuve que reinventarme, que descubrir quién era en realidad
y el resultado de la experiencia me completó de tal manera que me puse de pie
una vez más y miro hacia adelante con perspectiva de dejar huellas y trascender
mi pensamiento, mis ideas y mi forma de ser y se vivir. Creo en mí sobre todas
las cosas, creo en quien digno y creo en un Dios que es más grande que todas
las religiones juntas, sus dogmas y sus ritos. Amo a mi descendencia y los
defiendo con uñas y dientes. Me puede la música y la poesía, los ojos y los
pechos de una mujer; soy poesía, soy canción. Vibro cuando amo, cuando gozo, me
entrego entero al amor y a lo que me apasione. No me importa el que dirán en lo
más mínimo.
Uso
el pelo largo porque así me siento cómodo, toco más o menos la guitarra y
cocino lo que sea. Soy omnívoro, me gusta mojarme cuando llueve un poco y me
encierro cuando hay tormenta. Trabajo para vivir y vivo para amar. Como todos,
busco estar en armonía, ser feliz, ser verdadero. Soy yo, así, tal cual.
Fragmento
de ¨Je Suis Désolé¨ - Carta a mi conciencia, de Paul Gasê.
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